Cuando vivía en Aguascalientes con mis papás y mis hermanos, uno de los platillos que nos preparaba mi mamá en los días de calor eran los chiles fríos rellenos de atún, no conozco en realidad su procedencia, pero supongo que es un invento o una adaptación que debió haber hecho mi Nana. Son muy sabrosos, pero deben ser preparados un día antes de que se vayan a servir, ya que son encurtidos.
Ingredientes: 4 o 5 chiles poblanos para rellenar, una cebolla grande, vinagre, agua, azúcar, hierbas de olor (orégano, tomillo, laurel), 1 lata de atún, 1 lata de chícharos (o media taza de chícharos ya cocidos), mayonesa, sal y pimienta. También se les puede agregar una media tacita de papas y/o zanahorias cocidas y cortadas en cuadritos pequeños.
Para los chiles: Se asan, sudan y pelan los chiles. Se abren para rellenarlos, quitándoles las venas y las semillas. En un refractario se pone toda la cebolla cortada en rodajas delgadas y se le agrega vinagre, agua (mitad de vinagre y mitad de agua) y de tal manera que cubran muy bien las cebollas, también se agrega azúcar, sal y hierbas de olor. Ahí mismo, se colocan los chiles ya pelados y desvenados y se meten al refrigerador por al menos unas doce horas para que se curtan bien los chiles.
Para el relleno: Se revuelve el atún ya drenado con los chícaros cocidos y si se gusta con las papitas y/o las zanahorias. Se salpimenta.
Se deben sacar los chiles del vinagre y rellenarlos, se colocan en otro platón ya sin el vinagre, y se pone la cebolla ya curtida por encima. Se pueden acompañar con un rico espagueti con crema y queso.
Espero que les guste :D
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